martes, 7 de febrero de 2017

Alas cortadas

Eres la carne pegada a mis uñas y las  pieles que me suelo arrancar cuando me saco de quicio.
Siempre acabo abriendo una pequeña, pero dolorosa herida,
dejando un rastro de sangre seca.
Cómo lo estarían mis labios,
fantaseando con la húmedad de los tuyos.
No los necesito,
Así que basta ya.
Cortaré de raíz aquello que no me consiga mantener firme al suelo,
matando de un tiro cualquier  pájaro
que venga a rondar por mi cabeza,
distorsionando así mi vista
y volviendo a mi extraña y sentimental manera de pensar,
de dirigirme a la realidad del mundo.
Soy consciente
de que mi mente,
es totalmente aleatoria.
Cómo las típicas loterías de navidad.
Y Impredecible.

Como esas mariposas que se adentran, encerrándose con cremallera en mi estómago,
sin querer huir,
esperando a que mi corazón se abra en canal por un amor incondicional,
para que así sus alas tengan una razón para hacerlas batir.

Cómo les digo yo que aquí no hay de eso, que por culpa de la ausencia del amor,
con todas esas dosis de decepciones,
Morirán dentro.
Les cortaré las alas,
cansadas,
de estar atadas.
Esto no es por mí, 
sino por ellas,
porque el caso está;
en que no las podré hacer volar.
Lo siento.

Quiero reprochar  cualquier tipo de ilusión que se atreva a cruzarme,
apretando el gatillo a aquella que me venga de frente,
aunque me acabe matando a mí.